El Origen de Tetsuya Kei, clan Yakuza.

En la era Tokugawa, exactamente cuándo "leyasu Tokugawa", decidió unificar Japón. Esta decisión, más conocida como la era de la paz, dejó a más de 500.000 samurais sin empleo, a consecuencia de ésto y de que no había suficientes empleos como para cubrir a toda la gente que se encontraba en lo que se llama ahora, en paro, muchos de éstos samurais se dedicaron a trabajos sucios para poder sobrevivir a la escasez de comida y de tierras. Nuestra familia, mejor dicho, las familias que crearon Tetsuya Kei, pertenecieron a esa clase social.
El padre de Hiroshi, Erizawa-san, era un hombre bastante respetado hasta que, como anteriormente se ha dicho, la nueva era de paz le arrebató lo que más preciado tenía, su pequeña tienda de ropa y telas. Erizawa-san no era un hombre con muchos estudios, de origen de familia pobre, trabajó duro desde los diez años hasta los veinte, cuándo su padre murió y le dejó como herencia lo poco que consiguió levantar, su pequeño negocio. Erizawa-san, consiguió elevarla hacía lo más alto, convirtiéndola en una exportadora e importadora, como su padre hubiese querido. Gracias a unos pocos amigos que se encontraban en la misma situación que él, se juntaron y juntaron negocios, convirtiéndose así en la tienda y fábricas más importantes de tela de ese momento. No mucho más tarde, y habiéndose incrementado los delitos y la escasez de trabajo, la tienda fue atacada por una banda o mejor dicho clan que al parecer, por los rumores que corrían por entonces, movían más de 10 millones de yenes al año. El dinero siempre atrajo a Erizawa-san aunque nunca no hubiese tenido, por decirlo así. Junto con sus amigos, Katou y Takamura san, se sentaron en su casa particular y empezaron a hablar del asunto. Hora tras hora, el ambiente iba pareciendo más sólido, y la decisión se iba tomando. ¿La decisión? Crear un clan Yakuza, llamado Tetsuya Kei.
Los tres amigos salieron de la casa contentos tras haber tomado por fin una decisión que tal vez más adelante, hubiesen preferido ni pensarla. Los inicios fueron difíciles, costó empezar y costó sacarlo todo adelante. Solamente eran tres y no tenían nada, ni contactos ni amigos a los que pedirles consejo. Se metieron en el negocio de las armas, era lo que más se vendía y más barato se podía conseguir, y moviéndose durante más de tres meses, encontraron por fin un vendedor que llegó a ser el vendedor del año. Era un hombre más bien viejo, canoso y con bastantes arrugas que estaba alistando un ejército, según les contó, y las armas eran muy caras. Hicieron negocio y le consiguieron vender en dos años más de 50 mil armas. Tras unos años, decidieron descansar y poder formar una familia, y pactar de una vez, para futuros Oyabun ( hijos o nuevos ), unas normas. Se pactó la herencia o sustitución de padres a hijos por sangre, cosa que tal vez dos o tres clanes hacían. Se pactó una Jerarquía que ha sido siempre la misma y se pactaron unas leyes que se resumían en tres palabras - respeto, lealtad y valentía - y dejar así un futuro para las demás generaciones.

Descansaron de los negocios y se centraron en sus vidas, Erizawa-san conoció a una gran mujer que le llenó de felicidad y de cariño hasta el último día de su vida, su nombre era Akemi, que en japonés significa brillante y hermosa, justo lo que era ella. Le dio un hijo varón, justo lo que la mentalidad antigua de esa época y la de él, querían. Él escondió a su hijo su vida oculta hasta que no pudo más, contándoselo y así haciéndole el heredero, el próximo Kumicho del clan Tetsuya Kei.
El señor Katou, muy popular entre las mujeres de Sapporo, capital de Hokkaido, se enamoró perdidamente de la hija de un coronel retirado, al cual le pidió la mano y éste aceptó. Éste la lleno de fidelidad y carisma, y ella le dio una hija, la cual le hizo muy feliz y quiso apartar de la Yakuza hasta que ella le demostró que podía llegar a ser el mismísimo Kumicho de el clan, y así, cuando su hija cumplió los 21 años, decidió enseñarle la función de un Shatei Komon, el consejero del clan.
Takamura-san tuvo un hijo varón, pero lamentablemente, el 23 de Enero, su familia sufrió un accidente de coche intencionado, su pequeño hijo, Kenji, se quedó junto con su abuelo y éste le crió. De los negocios por parte de Takamura se encargó Erizawa-san. El abuelo de Kenji se encargó de su educación y de su progreso mental, éste era dueño de un Dojo cerca del monte Sapporo, lugar de meditación para la mayoría de budistas de la zona, allí Kenji aprendió artes marciales y el tradicional uso de la katana. Su abuelo decidió mandarle hacía Los Santos ya que Erizawa-san le llamó y le habló de su nueva "organización y próspero futuro" allí. Su abuelo sabía que le dejaba en buenas manos, así que aceptó y los tres meses siguientes, cuándo Kenji tenía 28 años, recibió en su casa un billete con destinación Los Santos, solamente de ida.

Tras haber formado una familia, decidieron volver de nuevo a los negocios, de los que se habían encargado desde el interior y otros miembros desde el exterior. Se dedicaron a lo más grande y más adictivo que puede existir en todo el mundo y más en aquella época, la droga. Les fue bastante bien en esto, ahora ya eran más y tenían más amigos e asociados junto con ellos.
Los años fueron pasando, el padre de Natsuki, Katou-san murió de la edad, su madre se quedó sola en Hokkaido tras la marcha de su hija hacía Los Santos.
Ahora Hiroshi, Natsuki y Kenji se encuentran frente a un muro que deben de subir, que deben de lograr superar y así poder superar muchos más obstáculos. Están solos, pero sus corazones valen por 100.000 hombres.
Aquí os hemos explicado el origen de Tetsuya Kei y el final, se encuentra muy lejano.